
El proyecto de la desaladora que abastecerá a la conurbación La Serena-Coquimbo ha dado un paso clave con la presentación de su estudio de impacto ambiental, un requisito fundamental para su desarrollo. La Dirección de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas (MOP) ingresó el documento al Sistema de Evaluación, marcando un hito en la planificación de esta iniciativa.
La Ministra del MOP, Jessica López, expresó su optimismo respecto a los avances del proyecto, esperando que el proceso de evaluación ambiental concluya lo más rápido posible para permitir el inicio de las obras. Paralelamente, el ministerio continúa con el proceso de licitación, que se espera concretar en noviembre de este año, con el objetivo de adjudicar las obras en 2025.
Este proyecto, el primero en desarrollarse bajo el modelo de concesiones, tiene como objetivo producir 1.200 litros de agua por segundo, contribuyendo a mitigar la escasez hídrica en la región. El Delegado Presidencial Regional, Galo Luna Penna, destacó el compromiso del Gobierno con la región y la importancia de avanzar en soluciones para la crisis del agua.
La desaladora, que se ubicará en el sector del Panul, en Coquimbo, no solo abastecerá a la conurbación La Serena-Coquimbo, sino que también podrá expandirse hacia otros sistemas y beneficiar a la comuna de Ovalle. La iniciativa contempla una inversión de 300 millones de dólares y se estima que beneficiará a 540.000 personas una vez operativa.
El Gobernador de la Región de Coquimbo, Darwin Ibacache, y varios legisladores, entre ellos el Senador Daniel Núñez y los Diputados Víctor Pino y Carolina Tello, valoraron el avance del proyecto, destacando su relevancia tanto para el consumo humano como para la reactivación económica de la región. Se espera que la planta esté en funcionamiento para el año 2029, garantizando un suministro estable de agua potable y contribuyendo a la seguridad hídrica de la región.