
En su Reunión de Política Monetaria de julio, el Consejo del Banco Central (BC) acordó de forma unánime recortar la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos base, situándola en 4,75%, en lo que constituye la primera rebaja desde diciembre de 2024.
La medida va en línea con la recomendación del Grupo de Política Monetaria (GPM), que había propuesto una reducción de igual magnitud.
En su comunicado, el instituto emisor explicó que el panorama externo continúa marcado por la incertidumbre derivada de las tensiones comerciales globales, a pesar del reciente término del conflicto entre Irán e Israel. Asimismo, se indicó que los mercados financieros internacionales han reaccionado con moderación a los anuncios arancelarios de Estados Unidos, y que, en el ámbito local, el peso chileno ha mostrado una depreciación, mientras que las tasas de interés internas han experimentado cambios acotados.
Crecimiento e inflación
En materia de actividad económica, el BC señaló que el desempeño está en línea con lo proyectado en el IPoM de junio. El Imacec no minero registró un crecimiento interanual de 2,4% en mayo, aunque con una caída mensual de 0,2% en su serie desestacionalizada, lo que refleja una reversión de factores de oferta que impulsaron la economía en los primeros meses del año.
Respecto a la inflación, el Banco Central destacó que la fuerte variación negativa de junio redujo la inflación anual a 4,1%, mientras que la inflación subyacente —que excluye precios volátiles— tuvo una variación mensual nula, con un incremento anual de 3,8%.
En este contexto, el Consejo anticipó que, de concretarse el escenario central del IPoM, la TPM se acercará gradualmente a su rango neutral en los próximos trimestres. El BC evaluará futuros ajustes considerando el escenario macroeconómico y sus efectos sobre la convergencia de la inflación a la meta del 3%.
Análisis académico
Javier Mella, economista de la Universidad de Los Andes, valoró la decisión del BC como una señal que prioriza la situación interna: “Esta medida viene a poner más peso en la actividad local, alto desempleo e inflación reducida; y menos peso en la incertidumbre a nivel mundial”.
El experto añadió que, si bien la rebaja es moderada y su traspaso a las tasas bancarias puede tardar, debería contribuir a reducir los costos de financiamiento, particularmente en créditos de consumo, tarjetas de crédito y capital de trabajo para empresas.