INTERNACIONAL

Para centroamericanos que se dirigen a EEUU, es mejor quedarse en México que regresar a casa

México está aumentando la seguridad en su frontera sur con Guatemala

 

TAPACHULA, México (Reuters) – Muchos de los centroamericanos que hicieron fila en una oficina de apoyo a refugiados en el sur de México dijeron que podrían abandonar sus planes de llegar a Estados Unidos y permanecer en México si el presidente Donald Trump reprime aún más la inmigración.

México está aumentando la seguridad en su frontera sur con Guatemala como parte de un acuerdo con Washington, después de que Trump amenazó con imponer aranceles a los productos mexicanos si el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no reduce el flujo de migrantes que llegan a Estados Unidos.

Como parte de ese esfuerzo, México se ha comprometido a desplegar a 6,000 miembros de la Guardia Nacional a lo largo de la frontera sur. Reporteros de Reuters en Tapachula, una ciudad visitada por muchos migrantes, no vieron ahí evidencia de ese despliegue el sábado.

Bajo la presión de su vecino del norte, México también acordó ampliar un programa iniciado en enero que obliga a los migrantes a esperar en México el resultado de sus solicitudes de asilo en Estados Unidos.

El jueves, Estados Unidos comenzó a aumentar el ritmo de los retornos de los solicitantes de asilo a México.

Además, si México no reduce los flujos de inmigración antes de mediados de julio, se convertiría en un “tercer país seguro” donde los solicitantes de asilo tendrían que buscar refugio en lugar de Estados Unidos.

En el estado de Chiapas, en el sur de México, la sobrecargada oficina de ayuda a refugiados COMAR en la ciudad de Tapachula ha visto un aumento de solicitantes de asilo.

Es una de las tres oficinas de este tipo en el país. Las personas que esperan en la fila afuera de la oficina de COMAR dijeron que se arriesgarían a quedarse en México si su única opción fuera regresar a Centroamérica, asolada por la violencia.

Miles de familias han huido de la pobreza y la delincuencia desenfrenada en Honduras, El Salvador y Guatemala en el último año, abriéndose camino a través de México en dirección a Estados Unidos.

“Si no tendríamos otro opción, sí, podemos quedarnos en México, porque realmente a Honduras no podemos regresar”, dijo Dagoberto, de 34 años, esperando en la fila bajo el resplandeciente sol del mediodía del viernes con su compañero, José.

Dagoberto dijo que había recibido amenazas en Honduras cuando una pandilla criminal se hizo cargo del negocio para el que trabajaba. Le estaba pidiendo a COMAR una visa humanitaria para permitirle llegar a la frontera de Estados Unidos.

Dagoberto y José, que esperan casarse si llegan a Estados Unidos, se negaron a dar sus apellidos, explicando que la banda de delincuentes que los obligó a salir de Honduras tenía alcance internacional.

En señal de que se están intensificando los esfuerzos para detener el flujo de personas, el sábado varios cientos de migrantes en camiones fueron detenidos por fuerzas de seguridad en dos puntos del estado de Veracruz, con costas en el Golfo de México, dijo un funcionario de la secretaría de Relaciones Exteriores.

 

REUTERS

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