PAÍS

Estudio revela que algunos vecinos de Puchuncaví y Quintero tienen arsénico en su organismo

El estudio realizado por investigadores de la Universidad Católica de Valparaíso, liderado por Maite Berasaluce, consistió en determinar si el suelo y polvo domiciliario de la zona exponía a las personas a metales pesados.

 

Quintero y Puchuncaví están a tan solo una hora y media de Santiago. Y de la postal turística que fue en los ’80 ya no queda nada, ya que pasaron a ser zonas de sacrificio medioambiental. Sus playas ya no atraen por su belleza, porque las cubre el humo de las chimeneas.

Nancy Saavedra vive en el campo de Puchuncaví. Desarrolla sus labores cotidianas junto a su hija Vanesa, de 28 años, quien fue diagnosticada con Síndrome de Down.

“A nosotras nos dijeron que nos teníamos que ir de acá con ella y que buscáramos un ambiente más cálido, más seco para ella, por la contaminación“, detalla Nancy, cuya casa está ubicada en una de las llamadas zonas rojas, la de mayor exposición a los contaminantes generados por las empresas que se emplazaron en la localidad.

Nancy y su hija participaron de un estudio inédito realizado por investigadores de la Universidad Católica de Valparaíso que hasta ahora nadie había revelado a la luz pública. Ambas, junto a otros 200 habitantes de Quintero y Puchuncaví, se sometieron a exámenes de uñas y pelo para detectar la presencia de arsénico y otros metales tóxicos que pueden tener su origen en la contaminación producida por las empresas del sector.

“El estudio consistió en determinar si el suelo y el polvo domiciliario de la zona de Puchuncaví y Quintero exponía a las personas a metales pesados“, explica Maite Berasaluce, la investigadora y Magíster Ciencias Agrónomas ambientales que lideró el estudio.

Los investigadores de la U. Católica de Valparaíso seleccionaron tres tipos de lugares para tomar las muestras: las zonas rojas o expuesta, que presentan mayor cercanía con las empresas contaminantes; amarillas o menos expuestas, que están un poco más alejadas; y zona verde o de control, que están fuera del radio cercano a las empresas, incluyendo incluso el balneario de Maitencillo.

En detalle, hicieron una muestra de 100 hogares y de ese grupo, hicieron una muestra de 205 personas para demostrar si estaban o no expuestos. Y los resultados de los exámenes son contundentes y reveladores.

Las 200 personas que participaron del estudio tenían arsénico en su organismo. Sobre todo los niños de 1 a 5 años, que en sus cabellos y uñas reflejaron importantes concentraciones de este tóxico.

Además, respecto al análisis hecho en suelo y polvo en las localidades, en todas se sobrepasan la norma de riesgo cancerígeno, incluso en sectores alejados como Maitencillo.

“Es alarmante decirle a la población que están viviendo en un lugar cancerígeno. Pero es importante que tengan presente que la exposición al arsénico, una vez que se produce, puede presentar cáncer en alguna etapa de la vida, en cualquier edad”, añade.

Nancy y su hija, también presentaron niveles de arsénico en su organismo, aunque a diferencia de los niños, no están dentro del grupo mayor de riesgo.

Los resultados de los exámenes fueron entregados en diciembre del año pasado al gobierno en una reunión en la que, según los investigadores, participó el seremi de salud de Valparaíso. Paula Daza, la subsecretaria de Salud, apunta que“con respecto a los estudios, yo no tengo información de todos los estudios”, aunque asegura haber pedido esa información.

En tanto que en el Ministerio de Medioambiente tampoco dicen saber nada de los exámenes que los investigadores les hicieron llegar hace 10 meses. Así lo comenta Felipe Riesco, subsecretario de Medio Ambiente: “No tengo conocimiento del informe, no me ha llegado copia ni nada”.

Nada se sabe de medidas que busquen ratificar estos resultados en otros habitantes o que se haya dispuesto la atención médica preferente de los niños y adultos que tienen arsénico en su organismo.

 

Información: CHV

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