OPINIÓN

Política, ética y decencia, algunos casos de estudios en el Parlamento de Chile (  Guillermo Cortés Lutz, Doctor en Historia, Grupo de Estudios de Atacama GEA)

 

 

La política sin duda es un espacio  duro, árido,  complicado,  y no podría  ser de  otra forma, ya que la política  es la disputa por el poder   y la administración de este mismo poder.  El filólogo Javier Negrete  no usa el concepto político como sinónimo de gobierno del pueblo, lo utiliza como poder del pueblo.   (Ahora la política no es lo mismo que la Democracia,  me parece necesario indicarlo y pienso  daría para otra columna).    Por lo tanto casi todo es válido en la política,  digo casi, porque hay marcos  éticos y de decencia por donde este poder debe  transitar.  Por ejemplo,    No es válida la violencia y el uso  de la fuerza, ni menos el uso  de las armas o la tortura,  cualquiera que incurran  ello, sale de marcos éticos y de decencia.

La Ética, es el conjunto de norma íntegras que rigen la conducta de las personas, y en especial debe hacerlo en la política, donde  lo que se discute y se manipula es el poder.  Pero el ser decente aunque es más simple que la  ética,  tiene la característica  de dar un  mayor sentido de realidad al actuar  recto.   Ser Decente es más que ser ilustrado y/o tener una profesión, decente es el que respeta verdaderamente al otro, el comprender y ser empático ante las diferencias,  el no mentir, no ser violento, arrogante  y sin duda ser decente,  es tener humanidad.

Por ello resulta vergonzoso  e irritante,  para las personas  el comportamiento de la diputada M. Luisa Cordero.   La declaración negacionistas de la Diputada , sobre la ceguera que se le provocó en un apremio ilegitimo a la senadora Fabiola Campillai, por el ataque del ex oficial Patricio Maturana, donde Cordero,  persona intolerante, dijo sin mediar pruebas,   que la Senadora Camplillai, no habría quedado ciega,  nos muestra  que la Diputada  Cordero, es una persona mezquina humanamente hablando,  siempre ha sido y ha demostrado su prepotencia enfermiza, y por ende su necedad  , pero ahora con su cruel y equivocada declaración, sobrepaso todo límite de decencia política  y humana.

Ahora más , ante la negativa de M. Luisa Cordero, a entregar excusas por su crueldad para con  la Senadora Fabiola Campillai,  y da como argumento  que ella es así,  que son sus genes.  “Genio y figura hasta la sepultura”  apostillo.   Lo anterior, nos  lleva a pensar, será que la barbarie y la tontera  son genéticas, la prepotencia y el ser ponzoñoso es genético. La Educación qué recibió, no le generó un cambio a sus equivocadas ideas.  Estamos entonces, ante un caso de estudio, ante  un  mal actuar y ante  la lejanía a la ética y evidentemente a la decencia de los que tienen más poder.   Y si seguimos con chocantes  caso para el  estudio, sin duda nos aparece  lo que   es la quintaesencia de la arrogancia, torpeza, clasismo y actitudes anti democráticas,  en definitiva nula decencia política y humana, el Diputado de la Carrera.

Política, ética y decencia, es una triada necesaria  para el fortalecimiento de la democracia y del buen vivir. Por lo tanto no parece oportuno el actuar feroz, prepotente,  y de tanta falta de humanidad  de la señora Cordero, en contra de la Senadora Fabiola Campillai.

 

 

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