Netanyahu suspende polémica medida que prohibía a los palestinos viajar en autobuses con israelíes

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu suspendió este miércoles una polémica medida que prohibía a los palestinos de Cisjordania viajar en los mismos autobuses que los israelíes, poco después de que la anunciara un miembro de su gobierno.

La prohibición -un proyecto «piloto», según el ministerio de Defensa- decretada en nombre de la seguridad debía entrar en vigor este miércoles por un  período de tres meses.

«La propuesta es inaceptable para el primer ministro. Habló con el ministro de Defensa esta mañana y se decidió que la propuesta será congelada», dijo a la AFP un responsable de la oficina de Netanyahu.

La medida había sido anunciada poco antes por el ministerio de la Defensa, pero fue criticada por segregacionista y como una concesión a los colonos, cuyos representantes están muy presentes en el nuevo gobierno de coalición de Israel que lidera Netanyahu.

La radio pública israelí informó que Netanyahu no estaba al corriente de que la medida de separación en los autobuses debía entrar en vigor este miércoles.

La medida preveía la prohibición a decenas de miles de palestinos que viven en Cisjordania y trabajan en Israel utilizar los mismos autobuses que los israelíes.

Esa medida de separación sin precedentes desde la ocupación de Cisjordania por parta Israel habría alargado el tiempo de transporte de los trabajadores palestinos, que trabajan mayoritariamente en los sectores de la construcción y  la restauración.

Los palestinos viajan en condiciones muy difíciles y pierden mucho tiempo en el transporte.

La mayoría de ellos salen de sus hogares, en las localidades palestinas de Cisjordania, en plena noche para ir, caminando o en taxis colectivos, a los puntos de pasaje hacia Israel, donde son sometidos a controles de seguridad muy estrictos, explicó la activista israelí Sarit Michaeli de la organización de defensa de los derechos humanos B’Tselem.

Desde los puestos de control van luego hacia sus lugares de trabajo con un sistema de transporte organizado por sus patrones o en taxis colectivos.

En los últimos años, los trabajadores palestinos comenzaron a tomar los autobuses israelíes para volver en forma más rápida a Cisjordania, ya que a la vuelta no les someten a controles de seguridad.

UN PLAN SUPERFLUO
El plan de Moshé Yaalon, el ministro de Defensa, confirmado en el cargo en el nuevo gobierno de Netanyahu, preveía que los palestinos fueran obligados a regresar a Cisjordania a través de cuatro puestos de control, los mismos por los cuales habían entrado, y que luego volvieran a sus hogares en autobuses palestinos y no israelíes. 

«Incluso el ejército dijo que consideraba superfluo el control del regreso de palestinos a Cisjordania», señala Sarit Michalei.

«Era un excusa para hace una concesión a los colonos que desde hace años piden que los trabajadores palestinos circulen en líneas de autobús separadas», agregó.

Un diputado del partido nacionalista religioso «Hogar Judío», que forma  parte del gobierno, Mordehaï Yogev, se había felicitado por la medida.

«Al regresar del trabajo, los palestinos llenaban los autobuses a tal punto que no había más lugar para los israelíes. Además la mujeres israelíes, en  particular las militares, eran víctimas de agresiones sexuales», dijo Yogev, cuyo partido propone la colonización de los territorios palestinos.

El plan fue inmediatamente denunciado como segregacionistas, favorable al lobby de los colonos en el nuevo gobierno y perjudicial para la imagen de Israel en el exterior.

«Esta separación en los autobuses va a perjudicar a los colonos así como a la imagen de Israel en el mundo», declaró el exministro del Interior Gideon  Saar, un dirigente del Likud, el partido de Netanyahu.

El jefe de la oposición laborista Isaac Herzog denunció por su parte «un  humillación inútil, una mancha para Israel y sus ciudadanos» que no tenía «nada que ver con la seguridad de Israel».

La medida fue suspendida el día en que la jefa de la diplomacia europea, la italiana Federica Mogherini, inicia una visita a Israel y Cisjordania.

Según un informe del Banco Central de Israel, 92.000 palestinos trabajan en Israel en forma legal o ilegal. Según el ministerio de Defensa, 52.000 de ellos tienen un permiso para trabajar en Israel.

REUTERS

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