OPINIÓN

“Señales de alerta” Por Sofía Cid Versalovic (Diputada por Atacama)

El Imacec de -3,4% en el mes de octubre y el Informe de Política Monetaria (IPoM) entregado por el Banco Central son la confirmación del nuevo escenario económico que enfrentamos en Chile.

El Imacec de noviembre probablemente sea peor al de octubre y eso hará que crezcamos sólo un 1% durante el 2019. Estamos ante un mal escenario para nuestra economía: veremos destrucción de puestos de trabajo y caída en la inversión. Esto es exclusivamente debido al factor interno producto , pues en materia internacional la situación es otra.

Efectivamente aquí se requiere recuperar la certeza jurídica e institucional. De nada servirán los planes de reactivación o propuestas de aumentar el nivel de deuda si no hay certeza jurídica.  Desde el Congreso tenemos que dar señales potentes, y una de ella es respetar la Constitución vigente. Si nosotros presentamos proyectos e indicaciones inadmisibles ¿cuál es el mensaje que envíamos? Que no somos serios y que las reglas no se respetan.

Por otro lado, esto de partir con una constitución desde cero, la llamada “hoja en blanco” que exigen algunos sectores, no contribuye a dar tranquilidad y generar confianza. Todas las constituciones anteriores han recogido la base de lo que existía y que dio resultados, sin perjuicio de introducir cambios profundos: la de 1833 consideró la de 1828, la de 1925 consideró la de 1833 y sus reformas y la de 1980 hizo lo propio con la de 1925 y sus enmiendas. El riesgo es tener una “constitución de papel”, sin considerar la realidad y la experiencia, lo que puede terminar en fracaso como ya ocurrió en otras ocasiones en la historia de Chile.

Es preocupante que no exista claridad en el Congreso, y especialmente en la Cámara de Diputados acerca de la importancia de reactivar la economía para poder llevar a cabo las reformas sociales. Si no hay crecimiento, disminuye la base sobre la que se cobran impuestos y por tanto la recaudación será menor, por mucho que se eleven las tasas y que se creen nuevos impuestos. No entender esto puede terminar por asfixiando la economía, sin que podamos dar cauce a las reformas, y quedaremos en un país más pobre en términos objetivos al que teníamos en octubre de 2018.

Las alertas ya están encendidas, y ahora parece ser necesario que Gobierno y Congreso lleguen a un acuerdo transversal cuyo objetivo sea alcanzar una economía lo más dinámica posible, para generar oportunidades y para poder financiar las reformas sociales que Chile espera.

 

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