Desde el Senado observan con atención cómo avanza la tramitación de la reforma al sistema de pensiones. De cumplirse la planificación de la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, el proyecto se votará en el hemiciclo el próximo martes y miércoles.
Si se aprueba, a la vuelta del receso legislativo – que se extiende durante todo febrero – se dará inicio a la tramitación en la Cámara Alta. Cabe destacar que para que avance el proyecto al segundo trámite constitucional se requiere el respaldo de la mayoría de los diputados en ejercicio. Si se cumple, la reforma se despacha a la comisión de Trabajo del Senado, que sufrirá cambios en su composición de cara a un nuevo periodo legislativo.
Al igual que en Cámara de Diputados, en el Senado el Gobierno tampoco cuenta con mayoría parlamentaria, por lo que tendrá que buscar el apoyo de los senadores Demócratas (Ximena Rincón y Matías Walker) e incluso de parlamentarios de Chile Vamos. De lo contrario, la reforma podría volver a estancarse.
Tras más de un año de debate legislativo, el Gobierno decidió impulsar la fórmula «3% y 3%» para la distribución del 6% de cotización adicional y así contar con el apoyo de las fuerzas políticas no alineadas en la Cámara. Pese a que aún no se conoce el futuro de la reforma, sumando los votos de los diputados oficialistamas más la Democracia Cristiana, Amarillos, Demócratas, el Partido de la Gente y algunos independientes, el Gobierno debería superar los 80 adherentes y cumplir con el quorum establecido.
Es por eso que los senadores ya comienzas a esbozar cómo será el debate en la Cámara Alta. En ese contexto, la senadora de Renovación Nacional, Paulina Núñez, propuso avanzar en «un 4% a ahorro individual y 2% a los actuales pensionados».
En conversación con T13 Radio, la parlamentaria dijo que «nosotros no vamos a votar un proyecto donde los recursos vayan a un sistema de reparto» y que la iniciativa «está peligrando. La fórmula de la DC no es transparente». Sobre la fórmula de la falange que propone 3% para cuenta individual y 3% para seguro social, Núñez indicó que «el Gobierno está mal guiado por la DC. En el Senado no hay piso para aprobar lo que se está discutiendo en la Cámara de Diputados».
A ojos de la actual presidenta de la comisión de Trabajo del Senado, Loreto Carvajal (PPD), considerando el debate en la Cámara, dijo que «es lamentable que la derecha se haya restado de la posibilidad de construir un acuerdo transversa para darle legitimidad social a un sistema de pensiones que genera bajas pensiones”, añadió «Hace ya ocho años estamos debatiendo sobre un sistema mixto depresiones y cómo se introduce mayor solidaridad, pero lamentablemente la derecha optó por defender el modelo de capitalización individual y no avanzar hacia un sistema mixto que genere mejores pensiones tanto a las personas vulnerables – vía PGU – pero también a los pensionados de clase media», añadió.
Sobre la fórmula «3% y 3%» que acogió el Gobierno, espera que «permita alcanzar mayorías parlamentarias para aprobar en general y en particular». En relación a la discusión en el Senado, Carvajal señaló que comenzará en marzo o abril. En tal sentido advirtió que «en la nueva comisión de Trabajo en el Senado habrá mayoría de derecha y espero que eso no dificulte, bloquee, ni menos mantenga el rechazo a una urgencia social tan relevante como es tener un nuevo sistema de pensiones».
En la antesala de la votación en la Cámara, el senador Gastón Saavedra (PS) señaló que el debate ha sido «mediatizado por la fragmentación que existe en la composición política de la Cámara. Entonces, priman más los intereses políticos partidistas, y al mismo tiempo internos de las fuerzas políticas, más que el beneficio global que la sociedad demanda.
Y eso, por lo tanto, obstruye el proceso de reformas que son necesarias para el país. Entonces, afloran más bien conductas obstruccionistas, opositoras a ultranza, más que la contribución al acuerdo y a darle a los chilenos mejores pensiones».
No obstante, apuntó a que «hay ambiente hoy día como para aprobarlo y porque hay disposición de fuerzas políticas que no estuvieron en algún minuto, pero han ido entendiendo que también tienen que dar respuesta a sus adeptos y a sus territorios que ellos representan». «Cada diputado y diputada que va a emitir su voto en la sala tiene que tener una relación y pensar en la respuesta que le tendrá que dar al adulto mayor que espera que le mejoren sus pensiones, a aquel trabajador que espera que sus pensiones estén lo más cercanas posible a los montos que tiene por ingreso en la vida activa como trabajador.
Y esa respuesta tiene que ser convincente, no puede ser evasiva. Por tanto, aquellos que voten tendrán que hacerlo en coherencia con esta demanda sentida de los chilenos y chilenas que quieren mejores pensiones», añadió. Sobre el debate en la Cámara Alta, Saavedra sostuvo que «va a haber una discusión, seguramente a la altura de lo que tiene que estar el Senado y con también el propósito final de obtener una reforma en donde los chilenos y chilenas sientan que los que estamos en la política estamos en sintonía con las demandas de los trabajadores chilenos y trabajadoras chilenas que esperan tener mejores pensiones una vez que abandonan el mundo del trabajo»
Por otro lado, el senador Iván Moreira (UDI), planteó que «el Gobierno se ha dedicado a hacer piruetas legislativas y discursivas con tal de aprobar su reforma de pensiones. Basta señalar que el proyecto que se pretende votar la próxima semana en sala va en su tercera o cuarta versión, las que, hasta la fecha siguen sin tener justificación técnica, solo una definición política». «El gobierno le dio urgencia al proyecto porque, con las concesiones hechas a Demócratas y PDG, debiera tener los votos, al menos para aprobarla en general; ahora en la votación en particular con esas mayorías tan tenues, puede pasar cualquier cosa», advirtió el senador.
No obstante, aseguró que «ese escenario cambia radicalmente en el Senado, al menos la bancada de senadores de la UDI tiene un compromiso que un eventual aumento de cotización es patrimonio del trabajador, en términos sencillos: el 6% a la cuenta del trabajador.
Sin embargo, la discusión de esta reforma no se agota en el guarismo del alza o su eventual destino, hay otros temas igualmente relevantes, como la administración de los fondos, mayores o menores restricciones a la hora de invertir, libertad efectiva de elección, la participación del Estado en la administración, la licitación del stock acumulado, el seguro de longevidad, la eventual licitación de la recaudación, sus ventajas y costos y el aumento de la PGU, entre otros».
«Como UDI le hemos dicho una y otra vez al Gobierno que si quiere subir las pensiones, estamos disponibles para conversar, pero no vamos a hipotecar el futuro de las pensiones de los chilenos y chilenas, en una mala reforma», agregó.
Fuente: Emol.com
