Estudio revela que tomar café podría ayudar a cuidar tu hígado

La enfermedad hepática por causas no alcohólicas va en alarmante aumento en la población chilena. Hace apenas dos décadas, solo el 26% de las fallas hepáticas se originaban por factores no ligados al alcohol. Hoy, ese porcentaje bordea el 40%.

Daniel Cabrera, médico y bioquímico del Centro de Investigación e Innovación Biomédica (CIIB) de la Universidad de los Andes (UANDES) explica que esta alza se atribuye principalmente a los cambios en el estilo de vida: sedentarismo, dietas poco saludables y sobrepeso.

A esto se suma un factor genético clave: en gran parte de la población chilena se encuentra presente el gen PNPLA3, vinculado a la ascendencia hispana y mapuche, que acelera la progresión del hígado graso metabólico y otras enfermedades hepáticas. “Este gen influye directamente en la acumulación de grasa en el hígado y hace que los efectos de un estilo de vida poco saludable se agraven más rápido en nuestra población”, indica el especialista.

Ante este panorama, científicos del CIIB han encontrado que el café es una posible ayuda cotidiana. “Nuestras investigaciones han demostrado que el café puede prevenir el hígado graso metabólico y disminuir la inflamación hepática”, afirma Cabrera, quien también es doctor en biología molecular y celular.

¿Qué dice el estudio?

La enfermedad, que hasta hace poco se conocía como hígado graso no alcohólico, fue recientemente renombrada por consenso médico internacional como hígado graso metabólico, para reflejar su verdadera causa: un desbalance metabólico, muchas veces ligado a hábitos de vida poco saludables.

El investigador indica que el “el consumo regular de al menos tres tazas diarias de café —descafeinado o no— se asocia a una menor prevalencia de esta patología”. El efecto, explica, se debería a la presencia de antioxidantes como el kahweol y el cafestol, que evitan la acumulación de grasa dentro de las células hepáticas. “Son como gotas de aceite que se forman dentro del hígado, y estos compuestos ayudan a reducirlas”, detalla Cabrera.

Pese a los beneficios del café, Cabrera aclara que no es una solución mágica. “Lo fundamental sigue siendo la práctica regular de ejercicio físico y una dieta equilibrada, como la mediterránea, que ayudan a movilizar carbohidratos y grasas para que se transformen en energía, en lugar de almacenarse en el cuerpo”, advierte.

Actualmente, el hígado graso metabólico es la causa más común de disfunción hepática en Chile y ha superado a otras enfermedades como la hepatitis C, B y la hepatitis alcohólica como principal causa de trasplantes de hígado.

 

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