El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, advirtió este domingo que su país actuará con «rapidez y decisión» si Irán emprende represalias, luego de los bombardeos ejecutados la noche del sábado contra instalaciones nucleares clave en territorio iraní. Si bien recalcó que Washington «no busca la guerra», dejó en claro que responderá si percibe amenazas contra sus intereses.
La ofensiva, ordenada por el presidente Donald Trump, apuntó a las tres principales instalaciones del programa nuclear iraní, en lo que constituye una escalada directa en el conflicto con Teherán. Tras el ataque, Trump advirtió que podría haber más ofensivas si «la paz no llega rápido».
Durante una declaración conjunta con el jefe del Estado Mayor conjunto, Dan Caine, el titular del Pentágono subrayó que «la operación no tuvo como objetivo a las tropas iraníes ni al pueblo iraní», sino que responde al objetivo declarado desde hace más de una década por el mandatario estadounidense: impedir que Irán obtenga un arma nuclear.
“Gracias a un liderazgo audaz y visionario y a su compromiso con la paz a través de la fuerza, las ambiciones nucleares de Irán han sido destruidas”, afirmó Hegseth, descartando que la intención del operativo haya sido provocar un cambio de régimen en la república islámica.
Según detallaron ambos altos mandos, el operativo fue llevado a cabo con un alto grado de precisión, sin que los sistemas de defensa aérea iraníes detectaran la incursión. En total, se utilizaron 75 armas guiadas de precisión. Hegseth reveló que el ataque fue el resultado de «meses de posicionamiento y preparación», a la espera de la orden presidencial.
Desde Teherán, no ha habido aún una respuesta formal a las últimas declaraciones del Pentágono, aunque la tensión en la región continúa en aumento tras las acciones bélicas cruzadas entre Irán e Israel.
