
A medida que se aproxima la fecha límite para que ByteDance venda las operaciones de TikTok en Estados Unidos o enfrente una prohibición total, crecen las señales de que una eventual solución podría requerir que los usuarios estadounidenses descarguen una nueva versión de la aplicación, separada del TikTok global.
Según reportó The Information, TikTok estaría trabajando en una versión exclusiva para Estados Unidos, que podría lanzarse el 5 de septiembre. Esta nueva app se desarrollaría ante la negativa del Gobierno chino de permitir la transferencia del algoritmo original, conocido como la “fórmula secreta” que alimenta la popular sección “Para ti”.
La nueva aplicación, que incluiría un algoritmo distinto y operaría bajo normas independientes, podría reemplazar la versión actual en las tiendas de aplicaciones estadounidenses, aunque los usuarios tendrían acceso a la app original hasta marzo de 2026. Aún se desconoce si los perfiles y contenidos actuales podrán migrarse sin inconvenientes.
El presidente Donald Trump aseguró recientemente haber encontrado un comprador para TikTok en Estados Unidos y ha postergado tres veces la entrada en vigor de la ley que obliga a ByteDance a vender. La normativa, ratificada por la Corte Suprema y en vigor desde enero, prohíbe que el nuevo TikTok mantenga vínculos operativos o de datos con ByteDance, aunque se permitiría una participación financiera minoritaria.
El proceso ha sido complejo debido a la oposición del Gobierno chino a vender el algoritmo y a las dudas legales sobre la aplicación efectiva de la ley por parte del Ejecutivo estadounidense. Expertos señalan que TikTok podría estar acelerando el desarrollo de esta nueva aplicación para evitar mayores riesgos legales en el futuro, incluso si cuenta actualmente con cierto respaldo político.
A pesar de la incertidumbre, este posible cambio tendría consecuencias directas para los 170 millones de usuarios estadounidenses, incluyendo potenciales restricciones para ver contenido global, modificaciones en la experiencia personalizada y dificultades técnicas para mantener el historial de cada usuario.
En paralelo, figuras del sector legal advierten que, pese a las garantías ofrecidas por el gobierno actual a empresas como Google o proveedores de servicios en la nube, los riesgos de responsabilidad podrían aumentar bajo futuras administraciones que exijan un cumplimiento más estricto de la ley.