OPINIÓN

Automatización, ¿una nueva falacia ludita? ( por Rodrigo Rojas Veas , rector Santo Tomás Copiapó )

 

El “ludismo” constituyó un movimiento de artesanos ingleses que protestaron en la segunda década del 1800 contra el “maquinismo”, proceso que amenazaba con destruir miles de empleos. Recuerdo esto pues hace tiempo se ha instalado la gran preocupación de la automatización como una sombra que se extiende de manera amenazante para la fuerza laboral del mundo entero. Algunas previsiones son alarmantes, ya que se estima que, por la creciente introducción de procesos automatizados, se puede llegar a destruir hasta un 14% de los empleos en el mundo en un lapso de 10 años. Esto podría originar grandes trastornos en los mercados laborales y en las economías de prácticamente todos los países, afectando uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de cualquier sociedad como es el empleo humano. De acuerdo a la OCDE la automatización en Chile puede provocar que hasta un 31% de los actuales trabajos enfrenten un riesgo significativo de desaparecer. Prueba de ello son los Cajeros de supermercado y los conductores del metro. En el extremo, podemos observar como paradigma de la automatización y de pérdida de trabajos, el puerto de Hamburgo, en el que se manejan 130 mil contenedores al día sin ningún tipo de intervención humana.

La discusión sobre el impacto de la automatización en los distintos procesos productivos estuvo también presente en el foro Apec de la minería, que se desarrolló durante la semana que termina en Atacama. En uno de sus diálogos, se pudo conocer el informe elaborado por IGF, organismo que agrupa a 74 economías por el desarrollo sustentable, denominado “New tech, new deal”. En este trabajo se puede apreciar los claro oscuros de esta tendencia. Entre los impactos positivos que ha traído la implantación de tecnologías están el aumento de la productividad, las mejoras en la seguridad y en la salud de los trabajadores, la reducción de las emisiones de gases y la pionera implementación de minas en las que no se usa agua. Entre los negativos, menos trabajos, menos gasto local en proveedores de servicios, menos requerimientos de equipos y una reducción de 30 a 40% de mano de obra en manejo de equipos. Pero, así como se pierden trabajos también se estima que se pueden crear millones de puestos, para los que se requerirán competencias de la fuerza laboral que hoy no se adquieren en el sistema educacional, tales como habilidades matemático científicas.

Ah, y otro dato a considerar, las maquinas no pueden resolver problemas de comunicación, de coordinación y sobre todo no poseen inteligencia emocional.

Entonces, los avances tecnológicos no determinan un destino fatal sino un proceso de adaptación continuo.

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Un comentario

  1. Muy interesante su articulo, respecto a su comentario:
    «Ah, y otro dato a considerar, las máquinas no pueden resolver problemas de comunicación, de coordinación y sobre todo no poseen inteligencia emocional» Aun.. debemos estar atentos de cómo evoluciona esto especialmente el uso de Inteligencia Artificial y por sobre todo como las leyes se moldearán frente a estos nuevos escenarios.
    Tal como pasó hace algunos meses cuando Google realizó pruebas con ciudadanos sin avisarles que el operador telefónico era un software y podía mantener un lenguaje natural sin ser percibido:
    https://www.youtube.com/watch?v=JvbHu_bVa_g
    Saludos

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