Voluntarios de la Iglesia de Dios colaboran con la extracción de barro en Copiapó

50 jóvenes y adultos pertenecientes a la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial partieron de Santiago a Copiapó con el fin de realizar trabajos voluntarios en la capital de Atacama, específicamente colaborando en la extracción de barro de casas de vecinos de la comuna que fueron afectados por el aluvión.

El Pastor Pablo Son, a cargo de la delegación, indicó que se encuentran ayudando en la ciudad porque «los miembros de la Iglesia de Dios vimos las noticias de lo que pasaba en Copiapó y en ese momento sentimos que queríamos ayudar, por eso nosotros juntamos nuestro corazón y preparamos 50 cajas de alimentos y llegamos con 50 jóvenes y adultos para ayudar a víctimas de Copiapó».

El Pastor también comentó que la semana pasada vinieron a Copiapó y conversaron con personal de la municipalidad, con quienes conocieron los sectores y casas afectadas, por lo que decidieron ayudar a cuatro familias.

Una de las beneficiadas con esta ayuda es la señora Julia Droguett, quien resultó con su casa anegada tras el paso del barro por el sector de calle Talcahuano. «Llevo 15 años viviendo en esta casa y nunca había tenido una experiencia como esta. Generalmente cuando hay lluvias aquí en esta calle se llena de agua, cuesta pasar, pero nunca nos imaginamos que sucedería esto. El agua me llegaba hasta la axila a nosotros nos rescató un grupo de bomberos, ya que yo vivo con mi madre de 90 años. Esta ayuda es maravillosa, dentro de todo lo malo. Perdimos casi todo, pero estamos vivos. Uno agradece cualquier ayuda y más a esta gente que no tiene relación con uno. Me emociona mucho verlo, porque en realidad no me conocen. Sé que esta ayuda se canalizó a través de la municipalidad y estoy infinitamente agradecida».

DONACIÓN DE SANGRE

El Pastor Pablo Son explicó que la Iglesia de Dios realizó una campaña de donación de sangre en Valparaíso «en la cual participaron 50 personas, la que se envió a Copiapó y hoy estamos haciendo lo mismo en Santiago».

Finalmente el Pastor expresó que «durante nuestra vida tenemos dolores y dificultades y en esos momentos más necesitamos el amor de Dios, por eso nosotros queremos compartirlo, ayudar a nuestro prójimo, a nuestra familia, porque son parte de la familia, nuestra madre celestial siempre nos enseña tenemos que amarnos unos a otros».

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