Dominga y otros temas que tensionan relación entre ministro Valdés y La Moneda

Fue la Presidenta la que zanjó la discusión en favor de los inquilinos de Palacio al momento de respaldar la decisión del Comité de Ministros por Dominga. Valdés ha intentado, sin éxito, ser recibido por la mandataria. La distancia parece ser cada vez mayor.

Una tensa tranquilidad se instaló en los pasillos de Palacio durante el fin de semana tras la seguidilla de declaraciones por el rechazo del proyecto minero portuario Dominga. Por ello, el lunes partió con total calma y el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, no observó nada distinto cuando a primera hora inauguró junto con la Presidenta Bachelet el Encuentro nacional de la micro, pequeña y mediana empresa, Enape 2017.

Quizás fue la ausencia de señal negativa de parte de la mandataria lo que llevó al ministro de Hacienda Rodrigo Valdés unas horas más tarde a reflotar el tema, o simplemente quería dejar muy en claro su punto de vista favorable al proyecto. Y aprovechó el momento en que cruzaba desde su oficina en Teatinos 120 hacia La Moneda para participar en la firma del proyecto de matrimonio igualitario, para responder a los periodistas las preguntas sobre Dominga. “Yo constato que algunos (ministros) no tienen el crecimiento dentro de las prioridades más altas y les cuesta a veces tener una compatibilización con otros objetivos, que son importantes también, y eso ciertamente hace más difícil nuestro trabajo”, indicó en la oportunidad no dejando lugar a dudas de que estaba con la postura de Céspedes y de su subsecretario, Alejandro Micco, a favor del mega proyecto de Andes Iron. Así, se puso en la vereda del frente respecto de Mahmud Aleuy, el subsecretario de Interior. Es decir, un bloque de “políticos” versus técnicos.

Un detalle: Valdés es muy reacio a hablar caminando y habría que hacer un trabajo de joyería para recordar en qué otra ocasión accedió a responder a los periodistas alguna consulta en este trayecto. “El ministro Valdés tenía que hablar, no podía quedarse callado si su punto de vista estaba siendo pasado a llevar de manera tan flagrante… específicamente quería dejar establecido que fue en contra de su opinión, y no podía dejar que sólo aparecieran Céspedes y Micco defendiendo el proyecto”, acota un cercano a las lides políticas.

Así, sin quererlo -o a propósito- escaló el tema hasta La Moneda y fue la propia mandataria la que le respondió antes de 24 horas. Aprovechando un acto en Curicó al que asistió junto al ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, la Presidenta envió una señal certera: “Chile necesita que su crecimiento vaya de la mano del cuidado del medio ambiente, y esto es un sello de mi Gobierno…Hay gente que cree que si uno se preocupa del medio ambiente, ya la economía no va a seguir creciendo, y sí puede. Sólo hay que ponerse otros anteojos y decir cómo esto puede ser una oportunidad”.

La puesta en escena de Presidencia fue completa. Por si quedaban dudas durante el día de ayer, desde Presidencia se encargaron de enviar mensajes por las redes sociales de las palabras de Bachelet, así como también una simbólica foto en la que Michelle Bachelet aparecía acompañada de Marcelo Mena. “Chile necesita que desarrollo vaya de la mano del cuidado del medio ambiente. Lo exige la ciudadanía y es mi compromiso con nuestro futuro”, decía el twitter @mbachelet y en @presidencia_cl.

Para ese entonces, la tensión era más que evidente. El ministro Valdés, en una seminario en el CEP, volvió a poner en evidencia la tensión entre lo político y lo técnico, esta vez en el marco de la reforma previsional. Respuesta a José Pablo Arellano por las críticas a que no se incluyó en el proyecto la edad de retiro, el ministro de Hacienda dijo que “el comité técnico político en el que había diputados, había economistas de partidos, nos pusimos completamente de acuerdo en que el tema de la edad de jubilación era un gran tema, que había que tratar de sacarlo, aunque sea en 20 años más, indexado a lo que sea (…) Y llega un partido y dice: ‘sabe que no, mi directiva me dijo que no, que en año de elecciones, ni locos’. Así que en ese momento dijimos, saben qué, esto por importante que sea técnicamente vamos a tener que seguir discutiéndolo”.

Bachelet no recibe a Valdés

Fuentes bien informadas comentaron que hace días, tras el rechazo al proyecto minero-portuario Dominga, que el ministro de Hacienda ha solicitado, sin éxito, audiencia con la Presidenta. Es más, que el mismo lunes había reanudado su solicitud sin buenos resultados. Incluso se advierte que Valdés habría presionado para que La Moneda se decidiera en esta contienda, y yendo más lejos -manifiestan algunos cercanos- habría deslizado la posibilidad de que Mena saliera del gabinete. La Presidenta optó por responderle en Curicó de manera categórica.

¿De dónde viene la molestia de la Presidenta? Lo cierto es que la Presidenta quedó bastante molesta por el episodio del informe de productividad del proyecto de pensiones, pues nunca le fue enviado por parte de Hacienda, ni siquiera se le hizo un resumen respecto del impacto negativo que causaba en el empleo. En términos generales el informe señalaba que el aumento de la cotización de 5pp a cargo del empleador podía provocar la pérdida de entre cerca de 2.000 puestos hasta mmás de 390 mil empleos formales, lo que fue alertado por la oposición cuando se presentó la reforma previsional. El informe había sido realizado por funcionarios de Hacienda y Trabajo y visado por el ministro. Este hecho la hizo quedar mal al decir en una entrevista radial.

Esta contrariedad de la número Uno, se suma a algunas “irritaciones” que ha provocado el ministro o la interpretación de sus actuaciones cuando aparece frente al sector privado como quien “ataja los goles”. A los inquilinos de Palacio esto no les hace mucha gracia. A ello se agrega que dentro de esas murallas las palabras de Céspedes primero, y Micco, después, fueron como un aguijón en el sentido de que ellos estaban cuestionando la institucionalidad del comité de ministros, poniendo en riesgo un “valor” del que se ha jactado la Nueva Mayoría tras el episodio Barrancones.

Independiente, dicen, de si están de acuerdo o no con la decisión de Dominga, la única alternativa era acatar la decisión de la mayoría, y no salir “disparándose en los pies”. Por eso, no fue menor que haya sido el mismo ministro del Interior (s), Mahmud Aleuy quien apareciera en entrevista radial (T13) frenando las palabras de los dos economistas. “La vocera dijo una afirmación extremadamente correcta: el rol de los funcionarios públicos es respaldar la institucionalidad que existe en el país. Si a alguien no le gusta una decisión de un organismo regular del Estado y es funcionario público, él no puede hacer comentarios de eso, no corresponde”, indicó al cerrar la semana pasada.

Tensión ¿hasta la salida de Valdés?

En la tarde de ayer y ante la evidente y creciente tensión, el ex ministro de Interior, Jorge Burgos, comentaba vía Twitter: “Aguante Rodrigo Valdés, necesitamos un Ministro de Hacienda serio y firme en sus convicciones”. No hay que olvidar que durante el período del DC en La Moneda hizo dupla con Valdés y ambos revelaron que tenían muy buena relación y que empujaban el carro para el mismo lado.

“La intervención de Valdés en este tema indica que hay un conflicto real, un gallito, donde evidentemente la Presidenta inclinó la balanza hacia la mayoría del comité de ministros”, indica un analista que prefirió mantenerse al margen de esta polémica.

Desde las filas económicas admiten que “Dominga pasó a simbolizar si estábamos a favor o no de la inversión, el mes pasado se aprobó el proyecto de Spence por US$2.500 millones, el mismo monto que Dominga, y nadie dijo nada”, reflexionan.

Ahora, si este gallito entre Valdés y La Moneda tendrá como consecuencia su salida, es dudoso porque con o sin Dominga el ministro sigue siendo el más empoderado. “La Presidenta no puede sacarlo ahora, entonces el ministro debe tener una válvula de escape para decir lo que piensa”, acotó un analista. Mientras el diputado Pablo Lorenzini (DC) adversario permanente de Teatinos 120 acota: “A estas alturas el ministro es intocable, porque viene la discusión presupuestaria, y ya no estamos a tiempo para cambio de gabinete, ya no es minuto de debates internos”.

 

Por: Pulso

 

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