Estado Islámico dinamitó un templo de 2.000 años en Palmira

Hace menos de una semana, el grupo extremista decapitó a este ex director, Jaled Al Asad, de 82 años, hombre de fama mundial por sus conocimientos sobre este lugar único, declarado patrimonio de la Humanidad.

Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) dinamitaron uno de los más célebres templos de la ciudad siria de Palmira, agudizando aún más los temores internacionales de una destrucción de este lugar declarado patrimonio de la Humanidad.

El oasis de Palmira alberga las ruinas monumentales de una gran ciudad que fue uno de los más importantes focos culturales del mundo antiguo.

“Nuestras más sombrías predicciones están desgraciadamente cumpliéndose”, se lamentó Maamun Abdelkarim, director general de Antigüedades y de Museos en Siria, al anunciar el domingo por la noche la destrucción del templo.

Tras haber conquistado Palmira en mayo, los yihadistas “han llevado a cabo ejecuciones en el teatro antiguo, han destruido en julio la famosa estatua del León de Atena (…) y transformaron el museo en tribunal y en prisión. También han asesinado al ex director de las Antigüedades de la ciudad”, enumeró.

Hace menos de una semana, el grupo extremista decapitó a este ex director, Jaled Al Asad, de 82 años, hombre de fama mundial por sus conocimientos sobre este lugar único.

La última destrucción del EI anunciada el domingo fue la del templo de Baalshamin -el más importante después de Bel, según el Museo del Louvre de París-, que comenzó a construirse el año 17 y fue embellecido por el emperador romano Adriano el año 130.

Baalshamin, dios del cielo fenicio, se asocia a Aglibol (dios de la luna) y a su hermano menor Malkbel (dios del sol).

El Estado Islámico considera las obras religiosas preislámicas, en especial las estatuas, como idolatría. Por ello ha destruido varias joyas arqueológicas en Irak, suscitando reacciones de horror en la Unesco y en la comunidad internacional.

AFP

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba