OPINIÓN

La cooperación en el nuevo ciclo político ( Gonzalo Vial Luarte, Director Ejecutivo Fundación Huella Local  )       

 

Como representantes de la sociedad civil queremos destacar el compromiso realizado por el presidente electo Gabriel Boric en términos de fortalecer a los organismos sociales y de fomentar las alianzas público-privadas.

Tras el contundente triunfo sobre José Antonio Kast, Boric agradeció el trabajo de las organizaciones sociales “que vienen luchando por un Chile más justo y digno”. Asimismo, en su programa de gobierno menciona que es necesario mejorar las condiciones de los movimientos y organizaciones sociales para propiciar una mayor profundidad del proceso democrático.

En su primer discurso como presidente electo, Boric mencionó que estará abierto a sumar ideas, abrir puertas y a tender puentes desde todos los sectores, además que aludió a la cooperación del mundo empresarial. “Yo creo en la socialdemocracia y en la colaboración del sector público y privado y no me gustan las hegemonías de ningún sector”, dijo el diputado durante el último debate televisivo.

Las alianzas público-privadas han sido históricamente un gran aporte a las inversiones del país. Entre 1990 y 2016, Chile adjudicó 197 proyectos por un valor aproximado de USD 69.400 millones en los sectores de transporte, energía, agua y servicios, de acuerdo a datos del BID. Por el otro lado, las organizaciones de la sociedad civil suman más de 319 mil entidades al año 2020 y el sector representa el 2,1% del PIB, generando cerca de 310.000 empleos remunerados y voluntarios, lo que es equivalente al 3,6% de la población económicamente activa del país, según cifras del Centro de Políticas Públicas UC.

Las organizaciones de la sociedad civil y las alianzas público-privadas que aquellas impulsan cumplen un rol fundamental en acortar la enorme brecha de desigualdad en nuestro país. En lo particular, como fundación nos motiva reducir las desigualdades territoriales. Mientras existen municipios que administran más de $1.200.000 de presupuesto per cápita, hay otros que administran menos de $150.000, sin capacidades para elaborar proyectos de inversión, con fuerte dependencia del fondo común municipal y sin alianzas institucionales con el sector privado. Estos municipios necesitan un apoyo frente a esta inequitativa repartición de recursos.

De esta manera, conectamos a los municipios con empresas privadas insertas en el territorio para que, a través de ese apoyo, las municipalidades con menos recursos y escasa dotación profesional puedan atraer inversión pública – proyectos de agua potable rural, pavimentación, equipamiento público – destinada a mejorar la calidad de vida en esos territorios. Gracias a esta colaboración entre los gobiernos locales, las empresas privadas y las comunidades, los territorios más rezagados han recibido USD$15,6 millones de inversión pública.

En este nuevo ciclo político, creemos profundamente en las alianzas público-privadas donde la sociedad civil actúe como brazo armado en la ejecución de buenas políticas públicas. Tenemos plena confianza de que las organizaciones de la sociedad civil pueden ser un gran aporte como articuladores confiables en pos del desarrollo y en la reducción de brechas. Hacemos eco del llamado del presidente electo Gabriel Boric, a que se escuchen las partes y que solidariamente dejemos nuestras trincheras para ponernos de acuerdo en un modelo de Estado que promueva el desarrollo equitativo de su gente y sus territorios.

 

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