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Leonel Sánchez, la leyenda de una de las estrellas más grandes del fútbol chileno

El 10 de junio de 1962 está entre las fechas más importantes de la historia de Chile. Ese día, la selección nacional avanzó a las semifinales del Mundial que se hizo en nuestro país, la única vez que se ha logrado una clasificación de esa magnitud.

El rival era el campeón de Europa, la Unión Soviética con el mejor portero del mundo, la «araña» Lev Yashin. Sin embargo, el «más mejor» fue otro. Era puntero izquierdo, con una calidad tremenda y un carisma inigualable. Su nombre era Leonel Sánchez. Estaba igualado el partido y hubo una falta en el área, pero se cobró tiro libre. Y apareció el «Gran Leonel» y anotó con un zurdazo en Arica, un gol bautizado el relator Julio Martínez como «Justicia Divina».

En ese día, Chile se metió entre los cuatro mejores equipos del orbe. Lamentablemente a la final no se logró llegar, pero La Roja conquistó días más tarde un meritorio tercer lugar. Y Leonel, nacido el 25 de abril de 1936 y con 26 años, ya había hecho historia, al liderar ese equipo dentro de la cancha e incluso ser goleador del mundial.

Esa historia de grandeza lamentablemente terminó este 2 de abril, tras sufrir graves problemas respiratorios, con 85 años. Sin embargo, dejó un legado inmortal que ha sido traspasado a generaciones, debido a su amor incondicional a los equipos de su vida: La selección y Universidad de Chile.

Su formación en Universidad de Chile y la gloria en el «Ballet Azul»

Leonel Sánchez llegó con apenas 11 años a las divisiones inferiores de la U y ahí empezó su formación como futbolista. Tenía talento como creador, pero su mayor cualidad era la magia con su pierna zurda. Se convirtió en puntero y pese a ser juvenil, deslumbraba como si hubiera jugado toda la vida.

Debutó con 17 años en el profesionalismo, un empate 1-1 ante Everton en Santa Laura, el 13 de septiembre de 1953. Según su propio relato, le pidieron que jugara «tal como lo hacía en las inferiores».

«Pienso que lo hice bien, porque después empecé a entrenar con el plantel adulto», contó en el libro «90 años, más que una pasión».

Estuvo 10 temporadas en la U y fue protagonista de una época dorada. Se le llamó el «Ballet Azul». Ese período dominador de los azules arrancó en 1959 y Leonel fue goleador, con 22 goles, pese a que no era centrodelantero.

Tras su tremendo mundial en 1962, recibió ofertas de clubes europeos, como Real Madrid, Benfica y Juventus. Era una estrella reconocida en todas partes en el planeta fútbol y se dio el lujo de vencer en un amistoso al Santos de Pelé, que en esa época era el mejor del planeta.

Fue el 6 de febrero de 1963 y Leonel Sánchez anotó el gol de la victoria por 4-3 de la U sobre Santos en un Estadio Nacional con más de 72 mil espectadores.

Ese mismo año 1963, estuvo a prueba un tiempo en AC Milan, pero decidió regresar a Chile, tras desacuerdos económicos con los lombardos, para seguir defendiendo el color azul de su querida Universidad de Chile.

Con la U, conquistó seis campeonatos nacionales: 1959, 1962, 1964, 1967 y 1969. Su dupla con el también fallecido Carlos «Tanque» Campos también quedó en el colectivo popular, gracias a una frase que evidenciaba el poder ofensivo de este dúo: «Centro de Leonel y gol del Tanque Campos».

En la estadística con los azules, registró 412 partidos, seis títulos y 167 goles que lo ubican, por detrás del «Tanque» Campos, como el segundo goleador histórico de la U.

Pese a ser referente de ese cuadro laico, de forma increíble terminó su periplo con los azules en 1969 y pasó a jugar en Colo Colo, gran rival, club con el que también levantó un título nacional, en 1970.

Su periplo final como futbolista profesional fue en Palestino, en 1971, y en Ferriovarios, junto a Sergio Navarro y Luis Eyzaguirre. El «gran león» colgó las botas con 37 años en 1973.

Su historia con La Roja

En el Mundial de 1962, Leonel Sánchez anotó cuatro goles y siendo uno de los artilleros del certamen. Pero además de su histórico zurdazo a la Unión Soviética, también es recordado por ser protagonista de la «Batalla de Santiago.

En la fase grupal, en un duelo contra Italia, el defensa Mario David derribó a Sánchez y mientras el chileno cubría el balón, el europeo siguió golpeando, pese a que Leonel ya estaba en el suelo. Iracundo por la situación, el puntero nacional se levantó y con un puñetazo de zurda, bien pegado, tumbó al italiano.

Pese a la controversial acción y lo que significó esa «Batalla de Santiago», la actitud de Leonel Sánchez fue valorada por todos los chilenos, debido a su temple y carácter para defender los colores nacionales.

En el Mundial de Inglaterra en 1966, don Leonel fue el capitán de La Roja, pero no pudieron reeditar los éxitos logrados en Chile cuatro años antes.

A nivel continental, disputó cuatro Copas América, siendo subcampeón en 1956 y tercer lugar en 1967, ambos torneos celebrados en Uruguay.

Tras el retiro, Leonel Sánchez incursionó como entrenador en la U, aunque siempre en interinatos, en las temporadas 1985-1986, y en 1987.

Sin embargo, quedó patente su amor incondicional en la temporada 1989. La U estaba en Segunda División y Leonel Sánchez fue ayudante técnico de Luis Ibarra. Su presencia fue vital para levantar al grande caído y retornar a fin de ese año a Primera.

Su legado final

Con el pasar de los años, don Leonel empezó a ser reconocido por la importancia de sus hitos en la selección y Universidad de Chile. Además, como figura popular, siempre emocionó a los hinchas azules por su amor al equipo, ya que cada vez que hablaba de la época dorada y el Ballet Azul, era recurrente escucharlo con la voz entrecortada y con lágrimas en los ojos.

En el Complejo Deportivo Azul, donde entrena Universidad de Chile en la comuna de La Cisterna, una de las canchas lleva su nombre en homenaje, lugar donde los jugadores históricos animan jornadas de fútbol cada vez que pueden.

«Mi corazón es de la U. Llegué a este club a los 11 años y me quedé porque es el mejor lugar donde podía estar»

En 2021, alertó a todos con sus problemas de salud. Se cayó de la cama, y pese a que no fue un accidente grave, en los chequeos médicos, detectaron una fibrosis pulmonar grave, quedando con oxígeno de forma permanente.

Todo empeoró a comienzos de este 2022. Su hija Kathy alertó que había sufrido Covid-19 y el virus había empeorado sus problemas respiratorios.

El partido terminó este 2 de abril, pero Leonel batalló y rugió lo más que pudo. Su nombre y legado jamás se olvidará, tanto por los hinchas de La Roja como por los fanáticos de la U y también a todos quienes gustan del fútbol chileno.

 

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