OPINIÓN

“Normalización de ocupaciones costeras, la valentía de tomar decisiones necesarias” : Por Carla Guaita Carrizo, seremi de Bienes Nacionales Atacama

Hace algunos días atrás, y en medio de su última visita a la Región de Atacama, el Ministro de Bienes Nacionales, Felipe Ward, realizó un anuncio muy celebrado, y largamente esperado por miles de personas naturales y familias que por años ocuparon ilegalmente la costa atacameña: se trata de un plan de normalización de las ocupaciones ilegales del borde costero, y de generación de oferta.

Ésta, corresponde a una medida pensada, primero, en las personas, quienes en medio de una total ansiedad eran presas de una incertidumbre tal, que las llevó a golpear puertas y a recurrir a múltiples autoridades, sin obtener una respuesta satisfactoria e idónea, acorde a su necesidad: ellos requerían la venta de terrenos. Es, por tanto, la primera vez que un Gobierno les da la satisfacción de acceder a su sueño. Y no se trata de pocos beneficiarios, pues en palabras del propio Ministro, un porcentaje muy mayoritario de las personas van a poder optar a este plan de regularización, quedando fuera únicamente aquellas que están en lugares determinados como trazados de camino, zonas de riesgo, o quienes se hayan instalado con posterioridad al 25 de junio de 2018, fecha en que se realizó una instantánea aerofotogramétrica del borde costero de Atacama.

Y luego, se trata de una propuesta que busca abrir la puerta al desarrollo de Atacama, mediante el buen uso del territorio, lo que, a corto y mediano plazo, permite el progreso a través de la implementación de áreas verdes, equipamiento y urbanización, a nada de lo cual se puede acceder sin la anhelada normalización y la planificación del territorio.

No desconocemos que lo ideal hubiese sido planificar previamente, y ocupar ordenadamente con posterioridad. Sin embargo, entre el paso del tiempo, la falta de oferta, y la inacción de las autoridades anteriores, finalmente se dio este caudal de ocupaciones sin orden ni concierto, lo que ha repercutido en la calidad de vida de los propios habitantes de la costa, y ocasionado opiniones de diversa valoración en torno al tema. El asunto es que, “alguien debía tomar el toro por las astas”, y asumir con valentía, y sin cálculo político, una propuesta y una toma de decisión necesaria para detener la desmesurada proliferación de nuevas ocupaciones. Sobre lo que no se hizo antes, insistimos, el peor escenario sería continuar llorando sobre la leche derramada, esperando que “el que viene después” solucione la problemática.

Para complementar los anuncios, el Ministro Ward destacó que adicionalmente se iniciará un proceso de oferta abierto a personas que también quieran optar a ser propietarios en el borde costero, y que no estén actualmente ocupando terreno fiscal, ello, para dar muestra de que, en lo futuro, este será el modo de asentarse sobre el territorio costero, ojalá mediante buenos proyectos, encabezados por personas naturales o jurídicas.
Es menester aclarar que, tanto el anuncio como la decisión antes mencionados, no corresponden desde ninguna óptica a una decisión antojadiza, sino fundamentada en un trabajo de sobrevuelo de 2.250 hectáreas, en 19 localidades, mediante el uso de un drone de última generación, lo que permitió recoger información clave en torno a las ocupaciones ilegales en la región de Atacama, lo que permitió construir un inédito catastro, y determinar así los perímetros históricos de los sectores de Rodillo, Barranquilla y Flamenco, lugares donde se llevarán a cabo los primeros procesos de venta, dentro de un plazo estimado de 12 a 15 meses.

Del éxito de esta propuesta de venta por macrolotes, dependerá proceder a una siguiente fase de normalización que se expandiría a otros balnearios y localidades costeras. Este éxito, eso sí, no puede lograrse sin un trabajo coordinado entre el Gobierno Regional -liderado por el Intendente Francisco Sánchez-, las autoridades municipales, los parlamentarios, y obviamente, las personas. Esa es la forma de trabajo que nos ha solicitado seguir el Presidente Sebastián Piñera.

Este catastro de Borde Costero realizado durante el año 2018, lamentablemente no arroja datos en torno a las características de la habitación, ni referentes a la cantidad de habitantes asentados de forma permanente en el Borde Costero, sino aquello relacionado con la cantidad de ocupaciones y la forma como se han ido dando dichos asentamientos. Por lo tanto, nuestro próximo desafío en paralelo, será actualizar los datos catastrales relacionados con el hospedaje efectivo de las ocupaciones en Borde Costero, logística que requeriría de una inyección dineros, que hemos solicitado que puedan provenir desde el Gobierno Regional de Atacama.

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