Ucrania frenó la primera oleada de 100.000 invasores rusos
Ucrania estimó este sábado en más de 100.000 hombres la fuerza rusa, cuya primera oleada fue frenada por las defensas ucranianas, que también impidieron el cerco de la capital.
«En nuestra tierra hay más de cien mil invasores que disparan vilmente contra los edificios de viviendas», aseguró el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Según informó EFE, también se encuentran en resistencia la ciudad industrial de Járkov, cercana a pocos kilómetros de la frontera con Rusia, y el puerto Mariúpol en el mar de Azov, crucial para extender un corredor terrestre con la península de Crimea.
La jornada comenzó con la incursión repelida de una unidad motorizada rusa en el oeste de Kiev, donde una guarnición militar fue objeto de bombardeos. «Los hemos liquidado a todos», informó el Ejército de Tierra, que calificó a los invasores rusos de «criminales».
El objetivo del ataque era tomar el control de la «línea roja» de metro que lleva directamente a la plaza de la Independencia (Maidán), en el centro de la ciudad.
Debido a lo anterior, el metropolitano cerró sus puertas hasta una nueva orden y el Ayuntamiento impuso un toque de queda de cinco de la tarde a ocho de la mañana, que se prolongará hasta el lunes por la mañana.
«Los ocupantes querían bloquear el centro del país y colocar marionetas (prorrusas) aquí, como en Donetsk. Hemos hecho descarrilar su idea, no obtuvieron ninguna ventaja sobre nosotros», dijo Zelenski.
Además, el presidente destacó que «el enemigo usó de todo contra nosotros: combatientes, saboteadores, fuerzas aerotransportadas», y afirmó que «los invasores golpearon áreas residenciales, tratando de destruir la infraestructura de generación de energía».
Entre los ataques, tres personas que residían en una vivienda en Kiev murieron tras ser alcanzada por un proyectil, mientras que otro provocó una rotura en un edificio de viviendas en la capital, dejando a dos heridos.
Esta jornada el ministerio de Interior de Ucrania agilizó la distribución de armas en la población, logrando repartir más de 25.000 unidades, más miles de balas, lanzagranadas y granadas y recomendaron a los ciudadanos de Kiev que no salgan a las calles ni se asomen a las ventanas o balcones.
«Kiev se defenderá hasta el final. Todo aquel que tomó un arma es un hombre libre de un país libre«, declaró el ministro del Interior, Denís Monastirski.
En un intento de cerrar el cerco en torno a Kiev, fuerzas aerotransportadas rusas tomaron tierra en un aeródromo en la localidad de Vasilkov, que se encuentra a menos de 40 kilómetros de Kiev, aunque los soldados ucranianos expulsaron a los invasores en esa localidad clave para el control de la capital.
«Kiev y las ciudades clave alrededor de la capital están controladas por nuestro Ejército«, resaltó Zelenski.
El ministro de Defensa ucraniano, Oleksiy Réznikov, aseguró hoy que más de 3.000 invasores fueron asesinados y otros 200 fueron apresados desde el jueves.
«Más de 55 horas de resistencia. El número de prisioneros de guerra crece. No esperaban tanta resistencia y se están entregando», señaló, llamando a los ucranianos a impedir con cualquier medio el avance de los tanques rusos.
La cifra, no obstante, es diferente a la entregada más tarde por el presidente.
Los números no son definitivos aún, pero hay «más de 1.000 hombres muertos y alrededor de 2.500 heridos», indicó Zelenski, en tanto hay más de 300 uniformados rusos capturados que se rindieron.
Además, Zelenski destacó que armamento defensivo sigue llegando a Kiev desde Occidente, mientras que los asesores del líder ucraniano defendieron la necesidad de unas «negociaciones plenas» y no demandas de capitulación y ultimátum, respecto a posibles consultas con el Kremlin.
También califican de «mentira» la información del Kremlin de que el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó detener la ofensiva para darle una oportunidad al diálogo con Kiev.
En el parte de la guerra, un asesor presidencial señaló que Rusia hizo «una pausa operativa», después de que el Kremlin afirmara que Putin ordenó la víspera detener el grueso de la ofensiva a la espera de una respuesta a la propuesta de iniciar unas negociaciones bajo sus condiciones para detener la invasión.
El Kremlin acusó a Kiev de negarse a sentar a dialogar, por lo que Putin ordenó hoy a las tropas avanzar en todos los frentes en una ofensiva total.
«El enemigo hizo una pausa operativa, como la llamamos. Pero no fue tomada por elección, sino por las grandes pérdidas que sufrieron al intentar atacar las posiciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania, la Guardia Nacional y otros servicios militares«, indicó el asesor.
Las milicias prorrusas prosiguieron su avance en el Donbás y tomaron varias localidades estratégicas, como Stanitsa Luhanska, antiguamente uno de los pocos pasos seguros en la línea de separación de fuerzas.
