OPINIÓN

El aparente triunfo de la izquierda ( Patricio Urquieta . ex Intendente Región de Atacama )

 

 

Con el gentil auspicio de todos los parlamentarios de izquierda, y de algunos que se auto definen como de centro derecha, aparentemente el Gobierno del Presidente Boric no pagaría el mínimo costo político por el multimillonario fraude fiscal en el caso Fundaciones, y la imposición de la agenda de sexualización infantil en los establecimientos educacionales de Chile.  Es más, quizás la izquierda crea que “los 50 años” le devolverá el oxígeno, y que el Presidente Boric viajó “triunfante” a España.

 

El financiamiento de la actividad política del Frente amplio a costa de todos los chilenos –disfrazado de ayuda a los más vulnerables– sembró en la ciudadanía una idea irreversible de corrupción de la izquierda, incontrarrestable con sus tácticas de victimización y la eventual legalidad de la entrega de recursos públicos a sus militantes.  No es solo el reproche jurídico, sino el legítimo cuestionamiento a la manifiesta contradicción entre su supuesta ética superior y su especial capacidad para extraer dinero del Estado. El Presidente Boric pudo hacer algo, pero eligió seguir hablando al 30% (como lúcidamente cuestionó la Presidenta del PPD).

 

A su vez, el resultado de la acusación constitucional al Ministro de Educación es una evidencia más de por qué la ciudadanía perdió el interés en la política, y derrumbó la ingenua esperanza que algunos albergaban respecto del actual período parlamentario.  La izquierda no trabaja por la educación, y todo lo reduce a un eslogan. Ante la sexualización infantil, la respuesta que nos da es derrotar los estereotipos; ante la violencia en la sala de clases, es democratizar el aula; ante la falta de gestión en la alimentación escolar, es la homofobia.

 

Si el Presidente Boric y el Congreso no actuaron, la gente lo hará. El actual escenario político dista de un conflicto entre coaliciones o bloques partidistas. Los resultados electorales del 4S y el 7M –con resultados más categóricos que una encuesta de opinión– son el síntoma de un novedoso panorama en Chile, cuyo tenor se verá en las próximas elecciones. Cada día usted verá más banderas de Chile en las calles, y menos pañuelos en el cuello.

 

Los magros resultados del Gobierno en seguridad pública, inmigración, salud, educación, economía; la corrupción y sus reiterados e injustificados cambios de opinión, son el triste fruto de la izquierda y no podrán ser negados por la Comisión contra la desinformación que levantó el Partido Comunista. Ese “triunfo” en la Cámara de Diputados es el inicio del fin de los que lo promovieron.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba