OPINIÓN

Las horas más oscuras ( por Rodrigo Rojas Veas, rector Santo Tomás, Copiapó )

 

Dicen que la historia tiende a repetirse cíclicamente. El título de esta columna se refiere a la película que retrata como Winston Churchill afrontó como primer ministro la crisis provocada por la invasión nazi de Europa y la inminente amenaza que se cernía sobre Gran Bretaña.

Guardando las proporciones, me permito hacer un paralelo aprovechando la similitud que se puede establecer entre la situación de aquella época con el escenario actual que enfrentamos como país (y a nivel mundial) ante el avance de la pandemia del COVID 19.

En ambos momentos de la historia asistimos al avance de un mal que provoca daños irreparables en vidas humanas y un severo daño en lo económico y en lo social. Entonces tanto ayer como hoy, surge el dilema de que debemos hacer para enfrentar esto y que medidas debemos aplicar como nación y como sociedad frente a un mal que afecta a todos. El llamado, romántico para algunos y muchas veces descalificado, es a actuar con generosidad, con sentido de estado, con unidad y solidaridad. Churchill encabezo en aquel entonces un gobierno de unidad nacional en el que participaron todos los partidos que tenían representación en el parlamento británico. Esto no aparece como necesario (todavía) en nuestro país, pero habida consideración de los actuales hechos creo que deberíamos hacer un esfuerzo conjunto para determinar los focos esenciales sobre los que se debe actuar con sentido de máxima urgencia en materia sanitaria, en el empleo, en la protección de los ingresos, en lo social y en el acceso a la información. En todas estas materias, se necesitan “Medidas de unidad nacional” que conciten amplio acuerdo permitiendo que lleguen pronto a las personas, a los trabajadores, a las pymes y a las empresas evitando así dilatar su aplicación efectiva entre quienes lo necesitan. Se puede y se debe actuar con sentido de urgencia y a la vez con estándares mínimos de calidad legislativa que eviten forados y zonas grises que obliguen a estar revisando las leyes promulgadas en el corto plazo.

Existe consenso en que en contextos como este es difícil ser gobierno y tal vez más difícil ser oposición. Pero la necesidad de mirar el bien común por sobre cualquier otra consideración nos urge a estar a la altura. Ya lo decía el mismo Churchill “Quien no cambia de opinión, nunca podrá cambiar nada”. Tal vez en esa frase haya parte de lo que como sociedad debemos hacer para superar estas horas oscuras que enfrentamos.

 

PD: luego de encabezar el gobierno de unidad nacional que llevo a Gran Bretaña a la victoria junto con los aliados, Churchill perdió las siguientes elecciones…. (pero mantuvo la libertad y la dignidad de sus gobernados)

 

 

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