OPINIÓN

Obesidad infantil ¿sólo se trata de la comida?   ( Katherinne Elgueta Mora, nutricionista y académica de la Universidad Central Región Coquimbo)

 

 

El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Según datos de la OMS hay más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) con sobrepeso u obesidad y como causa fundamental es el desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. A nivel mundial ha ocurrido un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico que son ricos en grasas; y un descenso en la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de vida, los nuevos modos de transporte y la creciente urbanización. La mal nutrición por exceso a menudo es consecuencia de cambios ambientales y sociales asociados al desarrollo y de la falta de políticas de apoyo en sectores como la salud; la agricultura; el transporte; la planificación urbana; el medio ambiente; el procesamiento, distribución y comercialización de alimentos y la educación.

 

Los actuales resultados del último mapa nutricional de la JUNAEB nos dejan como ganadores dentro de la zona norte con los índices de obesidad infantil más altos. Pero este puesto no es positivo ni alentador. Nos enfrenta cara a cara con nuestra realidad regional, reafirmando que seguir abordando el problema de la obesidad sin una perspectiva multifactorial y sus variadas etiologías, que van desde las biológicas hasta las sociales y culturales, seguirá retrasando una solución efectiva.

 

Es importante incluir los factores de riesgo a nivel comunal asociados a la obesidad infantil resultando de gran utilidad para la determinación de áreas prioritarias de intervención y para la elaboración de políticas públicas focalizadas en salud, poder adquisitivo de las personas según su entorno educativo y comunitario.

 

Nuestro desafío como comunidad es complejo, pero no imposible. Podríamos comenzar a incluir nutricionistas en los establecimientos educacionales a todo nivel, no tan solo para enseñarles las formas de alimentación, sino para crear conciencia individual y colectiva según las realidades comunales, para que todos disfruten de comer saludable y aumenten los conocimientos sobre los nutrientes y como estos influyen en la vida, creando una actitud positiva y motivacional general comprendiendo, por ejemplo, que una correcta alimentación se relaciona con un buen rendimiento académico.

 

 

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba