Preocupación por aumento de delincuencia en Atacama.

Delitos de alta connotación social cada vez son más recurrentes y uso de armas de fuego, llaman poderosamente la atención de la comunidad.

Gran preocupación experimenta la comunidad de Atacama, tras la gran cantidad de delitos que se han podido apreciar en los últimos meses. Hablamos de delitos de alta connotación social. Homicidios, femicidios, asaltos de todo tipo, robos en lugar habitado, no habitado, con fuerza en las personas y las cosas, de vehículos, etc. Es por ello que aunque la autoridad no entrega una cifra exacta de los delitos, la sensación de inseguridad es alta, pese a la presencia en diferentes horarios del día y en diferentes puntos de la región de contingente policial,  lo  que desafortunadamente,  no nos asegura una vida tranquila para quienes vivimos en la región de Atacama.  El tema no es de exclusividad de la provincia de Copiapó, también se hace presente en las provincias de Huasco y Chañaral.

Hemos sido testigos de cómo en supermercados, bencineras, comercio en general y hasta en sectores rurales donde la gente ha preferido irse de la ciudad a vivir en un condominio que se emplaza en las afueras el plano urbano también ha llegado la delincuencia. La fácil venta de la droga, la ingesta de bebidas alcohólicas en forma desproporcionada, son caldo de cultivo y gatillantes de actos de esta naturaleza que obviamente, “tienen a la comunidad con al alma en un hilo”, tal como lo señalara una persona de las tantas que han sido víctimas de estos antisociales. El escalamiento para robar en algunos edificios también es un factor relevante a la hora de hacer el balance.  Vale la pena destacar que la edad  para delinquir, tampoco es un impedimento, debido a que los adultos muchas veces inician en el mundo del delito a menores de edad que son inimputables ante la ley. «La delincuencia es pan de cada día», dicen los vecinos .

Asesinatos, ajustes de cuenta, quitadas de droga, lanzazos, enfrentamientos de delincuentes con personal de seguridad , también ponen en riesgo a todos los atacameños, que de un tiempo a esta parte han tenido que poco menos fortificar sus viviendas, encerrarse en ellas enrejados. Da pena ver negocios del barrio “tras las rejas”, por miedo a ser asaltados con una violencia inusitada. ¿Que pasa con la justicia que deja libres a los delincuentes una vez que las policías – civil y uniformada- los atrapan?  se preguntan  los auditores, ¿acaso la puerta giratoria esta más aceitada que nunca?

Si queremos que la región aumente la cantidad de habitantes y que los turistas nos visiten en forma tranquila, urge hacer mas planes de contingencia, que nos llevan a segurizar a los atacameños, que nunca nos habríamos imaginado que la región tendría un cambio tan radical en estas materias, como las que experimentamos en estos momentos. La comunidad exige planes más efectivos y penas más duras a los delincuentes, que sean ellos los que estén tras las rejas no la comunidad. Atacama lamentablemente es hoy por hoy, un lugar donde vivir y transitar a ciertas horas por avenidas y calles se hace cada día más peligroso. Da impotencia pero es una realidad, la que hay que abordar y es tarea también para quienes legislan al respecto.

Imágen referencia.