OPINIÓN

Proyecto 40 horas: Consideraciones e implicancias ( Pablo Mardones, Psicólogo, Magíster en Gestión Estratégica de Personas y Comportamiento Organizacional, U. San Sebastián )

 

 

Tras la aprobación del Proyecto de Ley en la Cámara de Diputados, que reduce la jornada laboral a 40 horas semanales, es importante analizar que implicancias puede tener este cambio para la salud de los chilenos.

 

Uno de los principales pilares del  proyecto está centrado en la calidad de vida de los trabajadores. Chile comparado con el estándar OIT, tiene una jornada laboral extensa y es uno de los países que más trabaja en el mundo, por lo que parece necesario un cambio en esta materia.

 

Si bien, por una parte, el tiempo o la disminución del número de horas pueden favorecer la calidad de vida de los trabajadores, si se dejan de analizar las condiciones del trabajo actual, junto con las demandas organizacionales, la implementación de esta Ley puede generar potenciales estresores, con implicancias adversas en su calidad vida.

 

Uno de estos factores tiene relación con la brecha salarial actual que existe en nuestro país.  La desigualdad que existe actualmente en términos de remuneraciones, puede potenciar  la búsqueda de empleos informales como un complemento a los ingresos, y en consecuencia una mayor exposición en el tiempo trabajado, disminuyendo el tiempo para la familia, el tiempo libre o factores que promuevan la calidad de vida, y en ocasiones generar condiciones que sean factores de riesgo para la salud de los trabajadores.

 

Por otra parte, desde los cambios del entorno organizacional, la transformación digital requiere que las personas estén constantemente aprendiendo y desarrollando nuevas capacidades, por lo que la reducción de la jornada laboral puede tener implicancias en el tiempo de aprendizaje que se destine para el desarrollo de estas nuevas capacidades. De esta forma, es importante considerar políticas que promuevan la protección de las personas en este ámbito, como una implementación que favorezca los procesos de reconversión laboral, y prácticas efectivas que optimicen el tiempo que deberán invertir las personas en su desarrollo.

 

Además, la integración digital considera modalidades como el teletrabajo, que por una parte optimiza el tiempo y los recursos organizacionales, sin embargo, si es permanente puede generar una desconexión social y disminución de las relaciones interpersonales de los trabajadores, siendo un factor de riesgo para la salud mental asociado a la falta de vínculos interpersonales.

 

También, es importante evaluar la flexibilidad laboral estableciendo las condiciones para que no se transforme en un problema que implique incompatibilidad con los diferentes roles que tiene una persona, como son, por ejemplo, los roles familiares y laborales. Esto, entendiendo que en las jornadas con horarios flexibles, las personas deberán adaptarlo a sus necesidades y organizarlo como lo consideren más conveniente, algo no siempre viable, originando experiencias emocionales displacenteras de frustración, tensión y ansiedad, que pueden ser perjudiciales para la salud si son sostenidas en el tiempo.

 

 

 

 

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