Colo Colo venció a Huachipato y alcanza su estrella 32

Los albos se impusieron en el estadio Ester Roa en un duro encuentro frente a Huachipato, abriendo la cuenta con un discutible penal en el segundo tiempo.

 

Colo Colo goleó 3-0 a Huachipato y alcanzó su 32ª estrella en el estadio Ester Roa de Concepción, en un duelo que se le complicó más de la cuenta.

Desde un comienzo los albos presionaron, apropiándose de la posesión de balón y generando peligro mediante las triangulaciones entre Valdivia, Valdés y Paredes. Si embargo, la primera chance de los visitantes llegó luego de un balón detenido a los 2′, en que un cabezazo de Matías Zaldivia pasó desviado cerca del poste izquierdo de Carlos Lampe.

Parecía que el elenco de Macul tendría un partido relajado, pero en los primeros diez minutos, Jeferson Soteldo generaba muchas complicaciones con su velocidad y buen juego. Esto, sumado a la presión que los pupilos de Vigevani imponían en la salida rival, advertían que el conjunto acerero no sería un equipo fácil de doblegar.

Antes del final de la primera etapa, los hinchas albos sudaron frío luego de que una buena carrera de Soteldo terminara en los pies de Javier Urzúa, quien remató al arco, obligando a una genial intervención de Agustín Orión para salvar su portería.

Tras el descanso, el técnico Pablo Guede decidió apostar a mayor velocidad por la banda derecha, sacando a Luis Pedro Figueroa en reemplazo del juvenil Berríos. Y si bien la primera jugada de peligro no pasó por los pies del “Topo”, el “Cacique” estuvo cerca de anotar en el 48′, cuando un defensor rival despejó de mala forma y el esférico chocó en el palo.

En el 67′ el joven Berríos volvería a tener protagonismo, luego de capturar un rebote en el filo del área chica, pero su definición fue mala y los aficionados volvieron a tomarse la cabeza, conscientes de que en Santa Laura Unión Española cumplía y vencía a Everton.

Pero el desahogo llegó en el 73′. Luego de un discutible penal por mano en el área, Jaime Valdés no dudó al tirar el lanzamiento desde los doce pasos y desató la fiesta en el Ester Roa.

Ya con mayor confianza, un contragolpe en el 82′ terminó en los pies de Octavio Rivero, quien a través de un derechazo potente dejó sin opción a Lampe y dejó el título prácticamente en sus manos. En tanto, casi sobre el final, Nicolás Orellana sentenció la tarea.

Finalmente el pitazo del juez decretó que los albos tengan una nueva estrella, la 32, en sus vitrinas, además de asegurarse un cupo en Copa Libertadores como Chile 2, que le permitirá jugar la fase de grupos del certamen (al igual que Universidad de Chile, que se consagró en el primer semestre).

 

 

ATON

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