OPINIÓN

Siete años después ( por Rodrigo Rojas Veas – Rector Santo Tomás – Copiapó)

 

Mayo de  2011… Chile se remece con un Movimiento estudiantil que instala el debate en la sociedad sobre la necesidad de más recursos para la Educación superior y reformar el sistema de financiamiento para los jóvenes que forman parte de este sistema.

Mayo de 2018… Chile se remueve con las manifestaciones que reivindican los derechos de la mujer con un reclamo por la igualdad de genero y un nuevo trato al interior de la sociedad.

Han pasado 7 años y las movilizaciones de la denominada “calle” se dotan de nuevos contenidos con un movimiento estudiantil que asume las demandas de genero como nutriente que le aporta una renovada energía a su ya decreciente reclamo por la gratuidad que se revelaba menos convocante y denotaba cierto desgaste como elemento aglutinador de los denominados movimientos sociales.

¿Qué hay detrás de las demandas que se han mostrado con particular fuerza en estos días? En mi modesta opinión, subyace en el movimiento una lógica más bien “femenina” y no necesariamente “feminista”, más allá de que las expresiones que adquieren mayor visibilidad son las de tipo radical como las de mostrarse por algunas jóvenes a torso desnudo y caras pintadas marchando por la Alameda o de la una joven encapuchada y con sus pechos al aire subida en la estatua del Papa Juan Pablo II.  Estas imágenes son las que mas “venden” y por ello son ampliamente reproducidas en la prensa y en redes sociales generando consecuentemente más debate sobre la forma y no tanto sobre el fondo, lo que origina el riesgo de desviar la atención de aquello que es más sustantivo.

Percibo que lo que se revela en este nuevo espacio de expresión ciudadana es la búsqueda de un giro cultural y un profundo cuestionamiento a la sociedad patriarcal que permea nuestras formas de relacionarnos y organizarnos como sociedad. Por ello, la demanda de una Educación no sexista presente en todos los actos y declaraciones requiere ser contextualizada y analizada en un marco mayor al sistema educativo. Es en la sociedad chilena en su conjunto en la que se crean y recrean formas de relacionarse y de institucionalización que se configuran en torno a modelos que hemos aprendido por imitación desde la infancia y que por tanto asumimos como naturales.

Producir cambios culturales demandara movimientos tectónicos al interior de nuestra sociedad que produzcan nuevos enfoques para las relaciones de género, lo que se constituirá en la base para que la mujer asuma el rol que le corresponde por su peso demográfico, social, cultural y económico.

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Un comentario

  1. «Producir cambios culturales demandara movimientos tectónicos al interior de nuestra sociedad que produzcan nuevos enfoques para las relaciones de género, lo que se constituirá en la base para que la mujer asuma el rol que le corresponde por su peso demográfico, social, cultural y económico». Además agregar que produce cambios personales, individual, y esto conlleva a tener amor a nuestra Familia, Región, Patrimonio y País. Apoyo lo indicado por Rodrigo

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