Esta semana el Gobierno anunció oficialmente el cierre de la Fundición Hernán Videla Lira, una lamentable y preocupante noticia, que representa un nuevo golpe directo a la región de Atacama y toda nuestra gente.
No exageramos al decir que el efecto en materia social y económica será desgarrador, afectando a las familias que trabajan directa e indirectamente en la Fundición, así como a toda la pequeña minería y a la minería artesanal.
Para evitar esta catástrofe, desde el Congreso estamos haciendo las gestiones necesarias para garantizar lo antes posible la construcción de una nueva fundición, emplazada en la región de Atacama.
Pero esta dramática situación no es nueva para quienes vivimos en Atacama. Es una muestra más de la postergación que ha sufrido nuestra región, por culpa del centralismo, independiente de quién esté en La Moneda. A cambio, entregamos valiosos recursos del Royalty al fisco, que parece no saber gestionar lo que tiene y peor aún, da la sensación que poco le importa el bienestar de las familias en Atacama.
Porque más allá de los motivos que llevan a tomar esa decisión, el hecho de que el Gobierno no sea capaz de garantizar la construcción de una nueva fundición en la misma región, para así aminorar el impacto económico del cierre, da cuenta de prioridades mal estimadas.
Desde Atacama, exigimos al Gobierno que no repita los errores que cometió con la crisis de educación que vivimos en la región, dejando pasar el tiempo y esperando que las soluciones caigan desde el cielo. Emplazo al Presidente Boric a explicar qué medidas van a implementar para disminuir los efectos negativos de esta decisión en el empleo y la economía de la región.
Por ello es que solicitaremos al Gobierno del Presidente Boric que ponga urgencia al proyecto de ley que ingresamos junto al diputado Jaime Mulet y otros colegas en forma transversal, que busca establecer por ley que se deba construir una nueva planta en Atacama, a fin de mantener el sistema de la pequeña y mediana minería funcionando. El cierre debe ser transitorio, en el sentido que se reemplace por una nueva y mejor fundición ubicada en Atacama. En caso contrario, se transformaría en una pérdida permanente para la región, cuyo impacto no puede ser debidamente estimado en lo que queda de este gobierno.
En su campaña, el Presidente Boric hizo un compromiso con los habitantes de la región, y 2 de cada 3 atacameños decidieron darle su voto. Ahora es el momento de que no solo los que no votamos por él y somos de oposición alcemos la voz: todos los atacameños y en especial aquellos que votaron por ese gobierno tenemos que expresar nuestra molestia y preocupación por esta medida y la falta de previsión para el futuro. Ese es mi compromiso y daré la pelea hasta el final por una nueva y mejor fundición de Enami en Atacama.
